Las lecciones que nos deja este período de crisis planetaria, a partir de la extensión de la pandemia Covid-19, con su estela de muerte y daño social, son de distinta índole, pero sobre todo nos enseña a valorar la acción del pueblo organizado en sus Estados nacionales. De diferente forma y medida, finalmente es la función pública, el trabajo mancomunado de los/as funcionarios/as públicos el que ofrece mitigación y amparo frente a un asalto histórico a las formas organizadas de la vida en sociedad.
No podemos soslayar que no todas las naciones han estado a la altura de las circunstancias, los modelos de desarrollo económico basados en la competencia y el lucro, con una impronta individualista, han evidenciado sus debilidades en el mundo social careciendo de las respuestas adecuadas, privilegiando y añorando una realidad o normalidad que hoy no existe.
Chile es de los países de la OCDE el que tiene proporcionalmente el Estado más pequeño, el pensamiento ideológico hegemónico del neoliberalismo cercenó durante decenios las capacidades instaladas del Estado. No obstante, este hecho indesmentible, la actitud responsable de los/as funcionarios/as, sumadas a las lecciones del estallido social, han moderado el natural desapego del gobierno por la suerte de los más humildes, de las grandes mayorías.
Es por ello que llamamos a todas y todos las/os candidatas/os a la presidencia de nuestro país, a valorar el esfuerzo de quienes tienen a su cargo la función pública, que no obstante las limitadas dimensiones del Estado, han logrado desarrollar una labor encomiable en pandemia, otorgando una continuidad a los servicios, y una respuesta oportuna a las necesidades de la población, incluso enfrentando un mal diseño de las políticas públicas que surgen desde el gobierno, con restricciones presupuestarias y falta dotación para atender a la ciudadanía.
Resultan paradojales las opiniones de aquellos que desconociendo la realidad del Estado y sus instituciones, persisten en su desmantelamiento y, que, ofendiendo la dignidad de los y las servidoras/es públicas, anuncian despidos masivos de miles de trabajadores y trabajadoras públicos. Como hemos dicho en otras ocasiones, no da lo mismo quien gobierne, deben hacerlo quienes están en sintonía con Chile y su destino. Hoy, más que nunca, necesitamos un Estado fuerte, capaz de superar las inequidades y las necesidades de un pueblo azotado por la Pandemia y por las injusticias del ayer y hoy.
Hacemos un llamado a todos los que se postulan a la más alta magistratura de la nación a fortalecer el servicio público, entendiendo que la nación organizada somos todos y todas, y quien crea que jibarizando el Estado aporta algo a las condiciones de vida que hoy se nos ofrecen, no puede ni debe formar parte de la conducción de nuestra Nación.
Desde la ANEF, rechazamos la ofensa contra las y los funcionarios públicas, el rol del Estado y la función pública que esperamos profundizar en una nueva Constitución.
HOY NO SOBRA NI UNA/O DE LAS/OS FUNCIONARIAS Y FUNCIONARIOS DEL ESTADO
DIRECTORIO NACIONAL ANEF
COMUNICADO ANEF EN DEFENSA DE LA FUNCION PUBLICA ANTE LOS DICHOS DE KAST