La Comisión de Gobierno Interior, Nacionalidad, Ciudadanía y Regionalización de la Cámara de Diputados y Diputadas, recibió este lunes al presidente de la ANEF, José Pérez Debelli, quien valoró la iniciativa de modernizar la Ley de Lobby (Boletín 16.888-06), pero subrayó la necesidad de diferenciar la labor sindical de las actividades reguladas como lobby.
«Entendemos que este proyecto es un paso importante en modernizar esta ley de lobby», afirmó Pérez Debelli. Sin embargo, recalcó que el sindicalismo se fundamenta en la defensa colectiva de derechos laborales al amparo de instrumentos internacionales, como el Convenio 151 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). «Creemos que el ejercicio sindical constituye una función de protección colectiva al amparo de este diálogo social, que se distancia del mero ejercicio de representación de intereses», puntualizó.
Pérez Debelli destacó la importancia de garantizar la confidencialidad y protección de los denunciantes de irregularidades en el sector público. «Efectivamente creemos que no mediar una adecuada protección de las y los denunciantes, sin duda debilita la función pública y menoscaba algo que nosotros hemos incorporado en nuestro acervo sindical, que no es baladí: el trabajo decente», explicó, refiriéndose a condiciones laborales justas, negociación colectiva, derecho a huelga y egreso digno del empleo, todos elementos que, según señaló, requieren mecanismos de resguardo adecuados.
El presidente de la Agrupación llamó a incorporar recomendaciones internacionales, citando ejemplos como el Código Internacional de Conducta para titulares de cargos públicos de 1996 y las recomendaciones de la OIT sobre empleo y trabajo decente. «Hay una oportunidad de promover este sistema de perfeccionamiento, de acompañamiento y protección a las y los denunciantes», sostuvo.
Finalmente, planteó dos solicitudes concretas: excluir el ejercicio sindical de las disposiciones que regulan el lobby y reforzar la protección de los denunciantes de irregularidades, tomando como referencia el Convenio 151 de la OIT. «Sería interesante, para madurar y modernizar el Estado, que fuera excluido el ejercicio del trabajo sindical como una situación vinculada al lobby, porque no somos lobbistas, somos sindicalistas», concluyó, destacando que «el Estado no es para uno ni para un grupo selecto, sino para toda la ciudadanía».