Los audios o capturas de pantalla de conversaciones a través de redes sociales podrán utilizarse como pruebas en sumarios administrativos realizados en los órganos de la Administración del Estado.
El 15 de diciembre, la Unidad de Protección de Derechos Funcionarios de la Contraloría General, solicitó a la entidad que los mensajes enviados a través de aplicaciones de mensajería instantánea, puedan ser presentados como pruebas en el contexto de una investigación por denuncias de acoso laboral o sexual, siempre y cuando se entreguen de manera voluntaria por alguno de los participantes de la conversación.
Así, el Ente Contralor resolvió que “los audios o capturas de pantalla de conversaciones, mensajes o imágenes de redes sociales”, como por ejemplo WhatsApp o Telegram, pueden servir como pruebas para el fiscal que lleve la investigación. Esto aplica a “todos los procesos disciplinarios llevados a cabo en los órganos de la Administración del Estado, cualquiera sea el estatuto que los rija”, se lee en el dictamen.
Esto, ya que el acoso sexual o laboral se efectúa en muchas ocasiones en un contexto al margen del público, por lo que los audios o capturas de pantalla pueden ser uno de los pocos -sino el único- medio al que se puede recurrir, ya sea para probar las conductas de acoso, o bien, desmentirlas.
Finalmente el dictamen, firmado por el Contralor General, Jorge Bermúdez, enfatiza que los participantes de estas conversaciones por redes sociales no pueden tener una expectativa de confidencialidad al enviar o recibir mensajes, aunque se consideren conversaciones personales.
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