El presidente electo de la ANEF, organización que nuclea a los funcionarios públicos de Chile e integrante de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales (CLATE), se refirió a los desafíos que tiene dicho sindicato por delante, la lucha contra los despidos arbitrarios en el Estado y su participación y acción en la Confederación que nuclea a sus pares de toda Latinoamérica y el Caribe.
¿Cuáles son los desafíos que se le plantean a la ANEF en esta etapa social, política y económica del país?
En primer lugar, en el ámbito interno se trata de continuar con la responsabilidad de fortalecer la unidad de acción y organización entre las organizaciones afiliadas y retomar la cercanía con las y los compañeros. Hay que profundizar el proceso de formación permanente; la comunicación sindical; la integración de las diferentes miradas en el proyecto común de la ANEF, centrada en la defensa del empleo público y el rol del Estado para las y los ciudadanos del país, donde asumamos abrir el debate en el modelo de empleo público. En el ámbito externo, retomar nuestro rol socio político, porque nos preocupa que sucede con la previsión, la educación, la vivienda, salud, el medio ambiente, los pueblos originarios, las minorías sexuales e incluso una nueva Constitución.
Debemos disponer la ANEF para estrechar lazos con las organizaciones sindicales y sociales, debemos ser una Confederación con sus puertas abiertas, no para asumir el trabajo de otr@s, sino estar disponibles para colaborar en lo que se nos pueda invitar. Es necesario, por ejemplo, enfrentar juntos los cambios en el trabajo, producto de la robotización, el teletrabajo, incluso dentro del sector público.
¿Qué pasará en los próximos meses con respecto a los despidos arbitrario dentro del Estado chileno?
Conocido el cambio de Gobierno, asumimos junto a las organizaciones afiliadas la necesidad de anticiparnos y blindar a nuestros compañer@s frente a la amenaza de los despidos. Conociendo la ideología del Gobierno de derecha empresarial, no podíamos mantener solo la contención como estrategia.
Por eso desde enero de 2018 orientamos y realizamos acompañamiento sindical, ante el inminente cambio de condición política del país. Sin embargo reconocemos que la amenaza se convirtió en hechos concretos con despidos arbitrarios. Con todo l@s dirigent@s sindicales incorporamos nuevos instrumentos de control de legalidad, vía Contraloría General y aspectos judiciales que aminorarán el abuso del mal ejercicio del poder, sin dejar de lado la movilización y la huelga como herramienta de presión sindical.
En el recorrido del año, en la negociación anual de la Mesa del Sector Público (MSP) de la CUT, que aglutina a las 15 confederaciones y federaciones de trabajador@s del país, se enfrentó el reajuste.
Además, hemos debatido otras cuestiones laborales y sindicales para nuestro sector, lo que nos permitió construir con el Gobierno un instrumento, la Circular 21, de resguardo y de carácter preventivo para establecer criterios específicos y evitar despidos arbitrarios. No obstante eso, la realidad siempre es distinta al propio acuerdo, ya que golpearon a compañer@s que mantenían contratos a plazo fijo, conocido como personal contratado y honorarios con funciones regulares y subordinación administrativa.
En paralelo logramos estrechar vínculos con parlamentarios de ambas corporaciones, Diputad@ y Senad@, para que en su rol político asuman como garantes la defensa del empleo público y la función del Estado. Esto se concretó en un espacio al diálogo entre ambas partes y actualmente hemos sostenidos dos reuniones formales con el Ministerio de Hacienda para hacer cumplir en cada repartición pública la Circular 21, además de reabrir los espacios locales que permitan a cada organización sindical retomar el diálogo con su contraparte, colocando el foco en revisión vinculada al respeto de los criterios objetivos concordados con la MSP y en particular con la ANEF.
Existe un cronograma de actividades y control recíproco con el que esperamos revertir aquellos despidos arbitrarios. Incluso el próximo 14 enero 2019, el Gobierno debe rendir cuentas ante el Congreso Nacional, donde por supuesto la ANEF estará presente. Por nuestra parte, asumimos esta lucha hasta el final y si es necesario, todo el mes de enero 2019.
¿Cuál será la participación de la ANEF dentro de la CLATE y cuál cree usted que es el rol fundamental de esta organización internacional en el tiempo que viene?
Como Directorio Nacional de la ANEF por el período 2019 a 2021, es una obligación militante mantener nuestra activa participación con nuestra CLATE. Los países hermanos latinoamericanos tenemos mucho en común y debemos reforzar en cada sector esta idea de que las y los funcionarios públicos somos trabajadores del Estado y no de un Gobierno de turno.
Es necesario generar estrategias comunes en focos transversales, como ser la precarización laboral y el abuso de poder que atenta contra el trabajo decente en el Estado, por supuesto respetando las propias identidades sindicales. Es urgente dejar de lado las diferencias entre compañer@s y colocar en centro el trabajo sindical para quienes nos eligen.
El avance de gobiernos empresariales y con pensamientos anacrónicos dictatoriales, nos deben hacer repensar como preparamos mejor a nuestros cuadros sindicales e involucrar a cada militante en un protagonista de clase que lidere el fortalecimiento del Estado y el respeto permanente de los derechos de las y los funcionarios estatales.
Es aquí, donde CLATE debe exigir a quienes asumimos conducción de estar disponible para compartir información y ajustar nuestras políticas sindicales para asumir entre todas y todos la defensa del rol del Estado y la importancia del trabajo de quienes nos desempeñamos para servir mejor a las y los ciudadanos de nuestros países.