Ivonne Rozas, Vicepresidencia de Relaciones Internacionales de la ANEF, nos entregó su parecer sobre su trabajo en la Agrupación, sus objetivos y metas que tiene en mente.
Su participación como dirigente se basa en la historia familiar, y según señala: “Es heredado. Mi padre era dirigente sindical, mi mamá fue la primera mujer dirigente en Gendarmería, y luego mi hermana, dirigente de la CUT, del colegio Profesores y Diputada. Por lo que mi participación estaba absolutamente determinada. Había mucha conciencia social en mi casa”.
¿Cuál es la labor que usted realiza como vicepresidenta de Relaciones Internacionales?
Bueno, yo llevo alrededor de ocho años como dirigente de ANEF, y para ser bien sincera, nunca quise aceptar ningún cargo porque yo amo y quiero mucho mi servicio. Es una experiencia nueva, porque no había estado como dirigente sindical en el ámbito internacional. Tampoco tenía conocimiento de lo que ocurría en ese ámbito y yo creo que mis socios tampoco. Entonces me gustó el desafío de aprender, de saber cuál es el sentido de estar en una organización a nivel mundial, como estar en la ANEF, como estar en la CUT y que los socios puedan saber que no están solos en este planeta, sino que existen organizaciones que los protegen dentro de los mismos derechos. Así que estoy aprendiendo, descubriendo de qué se trata y ver si nos sirve como instrumento en función de la política que nosotros estamos generando.
¿Cuál es la agenda que tiene presupuestada para cumplir su rol?
Mira, primero es saber si hoy día las organizaciones que nos apoyan y en la cual nosotros estamos, cumplen la función que necesitamos. Y en eso es que debo tener cierto grado de bagaje para poder entender si realmente son un apoyo o no, sin embargo, siendo un aprendizaje, lo voy a usar como un instrumento que tiene validez y que nos ayuda. A lo mejor quiero más de lo que hoy día nos están entregando.
Otro punto importante, me encantaría, además que todo el mundo (socios) puedan tener la oportunidad de viajar. Independiente de que sean encargados, o que sean expertos en alguna materia, es decir hacer un rotatorio con todos los dirigentes nacionales del directorio para que puedan tener la experiencia y saber en qué estamos, en qué vamos y de qué se trata esto. Porque lo que yo siento de este cargo es que no teníamos el conocimiento suficiente, o bien no le pusimos la fuerza suficiente para que la gente entienda por qué pertenecemos a tal o cual organización.
¿Y en cuanto a los objetivos?
Yo tengo claro los avances que tiene un país en relación con situaciones económicas o algunas estructuras de historia que son mucho más sólidas, sobre todo Europa, nos llevan ventaja. No sé, 2000, más de 2500 años. Entonces, como meta final y que en general, quiero que hasta el último socio se entere que existe una organización en la cual nosotros estamos incluidos y cuáles son las formas en que ellos nos van a ayudar y nos están ayudando en estos momentos. Pero que cada socio tenga conocimiento de que pertenecen a diferentes organizaciones internacionales, que se enteres, y creo que ese es mi pega, decirles miren somos esto, representamos esto. Estas son nuestras dificultades y quiero saber en qué nos van a ayudar. Y eso significa que, si nosotros tenemos la posibilidad, sin soberbia, por supuesto, de lo que somos los chilenos, podemos ayudar a organizaciones internacionales, así se hará.
Pero la meta final es que cada uno de los socios a lo largo de este país que está inscrito en la ANEF, sepa para qué sirven y de manera tal, que sepamos que estamos en una organización internacional.
La ANEF es un tremendo murallón que nos sujeta y nos respalda, es una organización que tiene mucha historia, y quizás muchos de nuestros socios y el mundo no lo saben, y es importante que sepan lo que estamos haciendo con esta organización y cuál es el trabajo que estamos enfrentando, cuáles son las formas que ellos nos están ayudando y cuales son las formas como nosotros estamos apoyando.
Pero lo más importante, quiero que nuestros socios, sepan que puede pasar un estallido, una pandemia, y no están solos, siempre estamos trabajando.
